Naturaleza simétrica
¿Existe o es creada por el ser humano?
Hoy en día, parece que nuestra sociedad no tiene ninguna duda sobre la omnipresente presencia de las matemáticas en la naturaleza. Contamos con muy diversas e interesantes imágenes para explicar cómo y dónde aparecen numerosos conceptos geométricos, como por ejemplo los girasoles para ver la sucesión de Fibonacci y consecuentemente el número áureo, la concha del caracol como claro ejemplo de espiral y determinadas plantas para mostrar la presencia de las hélices.
Sin embargo, existe la idea extendida de que las matemáticas aparecen en la naturaleza porque las buscamos, de forma intencionada y cómo no, quien busca, halla. Imagina por ejemplo que pusieramos un día a buscar monedas perdidas por el suelo de nuestras calles...seguro que en unas cuantas horas ya habríamos encontrado alguna. De hecho, esta idea tiene su báse lógica, por ejemplo, si nos ponemos a medir distancias de todo tipo (ya sea entre la hojas de una planta o de su tallo a flor) aparecera una cantidad infinita de números, ¿ Cómo no va a aparecer entonces el número áureo 1.618...? De hecho, aparecerá ése y cualquier otro número que nos empeñemos en conseguir.
Pero entonces, ¿ tiene la naturaleza carácter matemático? o por el contrario, ¿buscamos nosotros las matemáticas en la ella de forma artifical?
Para aclarar esta duda, basta con pararnos a ver la siguiente imagen.
Y es que la matemáticas SÍ surgen de forma natural, en cualquier forma geométrica que podamos imaginar, hasta en prismas hexágonales llenas de simetrías.
El increible paisaje que se muestra en la imagen corresponde a la calzada del gigante, "The Giant's Causeway" situada en Irlanda del Norte. Ahora bien, ¿de qué y cómo están formadas las más de 40.000 prismas hexagonales que la componen?
La leyenda dice que fueron construidas por el gigante Finn McCool, el cuál, quería hacer un camino que llegar hasta Escocia para luchar con otro gigante, Benandonner.
La explicación científica dice, por el contrario, que dichos prismas son columnas de basalto, formadas a partir el enfriamiento de la lava volcánica que ocurrió en dicho lugar hace unos 60 millones de años. Algunas de ellas llegan a medir hasta 12 metros de altura y presentan formas cóncavas o convexas.
Pero, ¿por qué tiene forma hexagonal? La respuesta, parece ser que, al igual que las abejas hacen sus paneles a base de hexágonos porque estos albergan un 30% más de miel que si lo hicieran con cuadrados u otras formas más simples; en la lava, al ir enfriándose y contrayéndose a media que se iba expandiendo, se formaron grietas hexagonales rellenando así el espacio con el mayor área posible.
En cualquier caso, los prismas hexagonales de la Calzada del Gigante, son una bellísima imagen de cómo las formas geométricas y sus propiedades surgen de forma totalmente natural, sin buscar, sin medir, siempre las hallaremos. Verlo con tus propios ojos y sentirlo con tus propios pies es una experiencia realmente mágica.
